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Agua embotellada, un grave problema para el medio ambiente

No es sorpresa para muchos que el consumo de agua embotellada aumente todos los años, y principalmente en países en los cuales hay acceso al agua potable, aunque suene intrigante. Y es que esto es gracias a la creencia sobre que el agua en botella es más adecuada para la salud, a pesar de que suela costar hasta 1000 veces más. 

Sin embargo, este no es el único problema, puesto que el agua en botella también representa una situación delicada para el medio ambiente. 

¿Cómo el agua embotellada afecta al medio ambiente?

El crecimiento colectivo del consumo del agua embotellada desde la última década ha aumentado su demanda. No obstante, el agua no es el problema, sino la botella de plástico, un material que es beneficioso, pero extremadamente perjudicial. Se cree que en cada minuto que pasa, se compran 1 millón de botellas de plástico en el mundo. Esto significa a que posiblemente una gran parte de esas botellas terminarán amontonados durante años sin degradarse.

Otra parte podría terminar en vertederos de incineración, produciendo toneladas de dióxido de carbono y contaminación química en el ambiente. Mientras que solo una pequeña parte acabará en espacios de reciclado, en donde el plástico será descompuesto y reutilizado en la fabricación de otros objetos. En resumen, la mayor parte de estas botellas acabaran contaminando el medio ambiente de muchas formas. 

Un problema que va más allá de la basura

Son claros los efectos que pueden causar las botellas de plástico. Su descomposición lenta y toxica perjudica al ambiente, pueden quemarse al aire libre con altas temperaturas del sol y causar incendios. Al ser incineradas, despiden gases que se quedan en la atmosfera y contribuyen con el efecto invernadero. Sin olvidar que muchas pueden encontrarse en ecosistemas y dañar a la fauna. 

Pero el agua embotellada no solo tiene un efecto negativo después de su consumo. Puesto que todo el procedimiento del embotellamiento del agua es totalmente insostenible. Es una de las partes de la industria alimenticia más errática, esto resulta en un gran consumo energético. Al mismo tiempo, esto significa en la emisión de contaminantes, desde la fabricación de la botella con derivados del petróleo hasta el transporte a largas distancias. 

 En conclusión, todo lo que respecta al agua en botella parece relacionarse con altas emisiones de dióxido de carbono. Lo que quiere decir que es una industria totalmente letal para el medio ambiente. 

Alternativas al agua embotellada

Además de estar conscientes del problema, no podemos quedarnos sentados a esperar que la industria del agua embotellada decaiga de la nada. Podemos hacer algo y es promover el consumo del agua potable de grifo. El uso de filtros de carbón activado y otros materiales es una opción bastante sustentable. Puesto que permiten filtrar casi cualquier fuente de agua y potabilizarla para el consumo humano. Con accesibilidad de esta clase de tecnologías es posible reducir notablemente el consumo incontrolable de agua embotellada. Algo cuyos resultados tal vez no sean visibles en los primeros años, pero al pasar el tiempo será posible notar el alivio de nuestro planeta.