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¿Qué es la lluvia ácida? Causas, efectos y daños posibles

Es posible que al escuchar “lluvia acida” se nos venga a la cabeza una lluvia verde y dañina, capaz de derretir el concreto. 

No obstante, a veces la realidad supera la ficción. Y es que esta lluvia tiene la capacidad de dejar daños severos a los materiales y estructuras de un edificio. ¿Su otra cara? Los daños que produce en el medioambiente son irreversibles, y sus principales causantes, somos nosotros. ¿Te gustaría que te ayudásemos a comprenderla mejor?

En este artículo, vamos a analizar que es la lluvia acida, junto a sus posibles causas y efectos. ¡Vayamos a ello!

Lluvia ácida: Consecuencia de la contaminación humana

La lluvia ácida es un fenómeno producido por la contaminación atmosférica, mediante la quema de gases y combustibles fósiles. Es una de las mayores causantes de daños en suelos, vegetaciones y cuerpos de agua, tales como mares, océanos y ríos, implicando consecuencias catastróficas para el medio ambiente. 

Por lo que no, probablemente no sea el tipo de lluvia que te gustaría estar mirando a través de la ventana de tu dormitorio.

Causas de la lluvia ácida

Algunas de las causas de la lluvia ácida están estrechamente vinculadas a procesos naturales, tales como las erupciones volcánicas, los incendios naturales y los terremotos. Estos liberan dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno, los cuales llegan a la atmosfera, mezclándose con el agua y el oxígeno, dando por resultado a unas “nubes toxicas”, siendo las principales responsables de las precipitaciones con un pH acido.

Sin embargo, el principal causante de la lluvia ácida sigue siendo el ser humano. ¿Cómo es esto posible?

En primer lugar, se debe a que la mayor cantidad de emisiones de dióxido de azufre no se producen en la naturaleza, sino en las industrias y centrales enérgicas, mientras que las emisiones de óxidos de nitrógeno, son producto de los automóviles y transportes a motor que utilizamos a diario.

En segundo lugar, existe otra causante, que probablemente hayas oído con anterioridad: las explotaciones ganaderas. Estás explotaciones resultan contaminantes para el medioambiente, dado que las grandes concentraciones de ganado producen altas cantidades de materia orgánica. Esta materia, tras pasar por su proceso de descomposición, produce una alta cantidad de amoníaco contaminante.

Si bien es cierto que la contaminación generada por estos animales no es comparable a la quema de combustibles petrolíferos, todos estos elementos contribuyen a que las lluvias acidas sean un fenómeno recurrente.

La lluvia ácida nunca se queda en su sitio

Como podrás imaginarte, las nubes de lluvia no suelen precipitan en el mismo lugar donde se forman. Esto hace que los contaminantes atmosféricos que le dieron origen viajen a grandes distancias, guiados por el viento durante cientos o miles de kilómetros, por lo que es un fenómeno al que usualmente no se lo percibe en la misma ciudad donde es generado.

Por lo que sí, puede que la contaminación producida en una de las grandes metrópolis acabé por formar una nube de lluvia ácida, la cual viajará hasta una comunidad vecina, pecipitando en un pueblo en el que a lo mejor ni están industrializados.

Efectos de la lluvia ácida

Cuando el agua de la lluvia es combinada con el ácido sulfúrico y el ácido nítrico, el pH de la lluvia cambia drásticamente. Esto produce que las gotas de lluvia ácida que caen sobre las aguas y los suelos puedan alterar sus características químicas, haciendo peligrar ecosistemas enteros.

A este proceso se le conoce como acidificación del ambiente.

Entre sus principales efectos, podemos encontrar los siguientes:

  • Daños permanentes en los suelos: La lluvia ácida afecta a plantas y raíces, debilitando su crecimiento, las cuales acaban sucumbiendo ante las plagas.
  • Hambruna: Estas precipitaciones son capaces de dañar enormemente los cultivos, afectando particularmente a las regiones subdesarrolladas y aquellas que dependen de la agricultura como único medio de vida. No obstante, las grandes ciudades no dejan de estar dependientes al campo, por lo que si este fenómeno no se tratase a tiempo, los futuros impactos alimenticios podrían ser incluso mayores.
  • Efectos sobre edificaciones y edificios: Los bajos niveles de pH de estas precipitaciones permiten que la lluvia ácida pueda provocar daños en estructuras y edificios, llegando a corroer monumentos, elementos metálicos y construcciones calcáreas, como el mármol.
  • Perdida de la biodiversidad: Una de las principales preocupaciones de los especialistas, es que la lluvia ácida produce perdida de la biodiversidad marina, afectando a la fuente de alimento de distintos animales marinos, lo que puede llevar a la extinción de muchas especies marinas.
  • Menor cantidad de agua para nuestro consumo: Al ser lluvias altamente nocivas, son potencialmente contaminantes, pudiendo afectar a otras fuentes de agua dulce. Esto puede llevarnos a una mayor escasez de un bien, del que a día de hoy, solo 2 de cada 3 personas tienen acceso.

La contaminación ambiental, como un problema sanitario

Lejos de ser un problema que nos afecte indirectamente, la contaminación ambiental es además la causante del 20% de las enfermedades de todo el mundo, tales como las enfermedades respiratorias, el asma y las alergias.

Por otra parte, los gases y combustibles quemados a diario contribuyen al debilitamiento de la capa de Ozono, haciéndonos estar más expuestos a las radiaciones ultra violetas y por ende, más propensos a desarrollar un cáncer de piel. 

¿En qué partes del mundo se produce la lluvia ácida?

En la actualidad, las lluvias ácidas suceden en todas partes. Es difícil pensar en un país que esté exento a esto, debido a la alta dependencia existente por los combustibles fósiles, tales como el carbón y el petróleo. Sin embargo, tenemos en claro es que los países con mayor tasa de polución son los más perjudicados. 

Si tomamos como referencia a China, el cual es en la actualidad el país con mayor tasa de habitantes y plantas energéticas de carbón, este se encuentra fuertemente afectado por este fenómeno, siendo que más del 51% de sus ciudades lo padecen.

Es decir que las lluvias acidas de una región, son proporcionales al tipo y cantidad de energía empleada en un país determinado.

¿Cómo podemos detener la lluvia ácida?

Para frenar la lluvia ácida, es necesario que la contaminación atmosférica sea resuelta urgentemente.

Es por ello que la principal solución para detener el avance de estas precipitaciones es erradicar por completo las emisiones contaminantes, generadas por las llamadas “energías sucias”, y reemplazar estás mismas por energías renovables, capaces de impactar positivamente en nuestro medio ambiente.

Existen otras formas de ayudar a detener este fenómeno, tales como:

  • Impulsar el uso de los transportes eléctricos: Si la implementación de los transportes eléctricos se convierte en un hecho masivo, podremos experimentar una gran reducción en la emisión de óxidos de nitrógeno.
  • Ahorrar energía: Normalmente desperdiciamos más energía de la que utilizamos. El ahorro de energía, tanto a nivel personal como industrial, puede tener un impacto positivo en la reducción de estas emisiones contaminantes.
  • Hacer mayor uso del transporte público: Esto no solo es bueno para el ahorro, sino que nos permite darle un respiro a nuestro planeta, habiendo un coche menos en circulación.
  • Concientizar a la población acerca de esta problemática, y sus posibles soluciones: Es imposible prevenir a la gente acerca de lo que no conoce. La información es nuestra mejor aliada a la hora de salvar el medioambiente.
  • Apoyar la innovación: Hoy en día, son muchos los pequeños emprendedores y autónomos que buscan alternativas, para presentar propuestas innovadoras, basadas en el reciclaje de materiales o productos. Apoyar su iniciativa no solo les ayudará en lo económico, sino que contribuirá a que sigamos viviendo en un mundo lo más limpio posible.
  • Invertir en tecnologías amigables con el medioambiente: Si tienes un perfil inversor, invertir en una compañía o tecnología que busqué hacer un cambio ambiental duradero es una excelente en la que puedas ayudar a salvar nuestro planeta.
  • Apostar por las empresas que promueven el uso responsable de los recursos naturales y energías limpias: Existen marcas más comprometidas que con el medio ambiente. Al brindarles nuestro apoyo, estamos ayudando a que menos productos sean fabricados mediante el uso de energías sucias, generando un impacto duradero en el medio ambiente. 

Conclusión

Pese a lo dañinas que son las lluvias acidas, estos fenómenos reflejan una realidad de la sociedad altamente contaminante en la que vivimos. 

Es por este motivo que queríamos compartir esta problemática con ustedes, para contarles acerca de un hecho real, que sucede a diario y que está en nosotros decidir si cambiarlo o no. Si dejamos de hacer uso de los productos de empresas altamente contaminantes, más y más de ellas comenzarán a darle a este problema la importancia que realmente se merece. 

Somos los consumidores quienes tenemos el poder de elegir a quien darle nuestro apoyo, para crear juntos el mundo en el que nos gustaría vivir. ¿Y a ti, como te gustaría que fuera?

¡Esperamos que te haya gustado nuestro post! No dudes en compartirlo con tus familiares y amigos, para ayudarte a seguir transformar el mundo en el que vivimos.

¡Hasta nuestro siguiente encuentro!

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