El uso de las esponjas de konjac es muy sencillo, y una vez que las pruebes se convertirán en un artículo esencial en tu rutina diaria.

Antes de comenzar encontrarás tu esponja de konjac de Oceana bonita, brillante y áspera. Debes empapar la esponja en agua templada durante unos segundos para observar cómo cambia su textura, crece y se suaviza.
Para la limpieza no es necesario usar ningún jabón, la misma composición de la esponja de konjac propicia la espuma, pero te sugerimos añadir tu jabón sólido favorito para multiplicar sus beneficios. Te recomendamos que mires nuestra sección de cosmética sólida para encontrar el jabón sólido perfecto para tu tipo de piel y evitar el uso de plásticos de un sólo uso.

Después de hidratar la esponja natural, masajea en pequeños círculos todo el rostro durante dos minutos, sin olvidar el cuello. Sentirás tu piel limpia e hidratada, con una película protectora. En los primeros usos, es normal que las personas se acaricien mucho la piel y se sorprendan de la suavidad que deja.

Finalmente, seca tu piel a toquecitos y aplica tu aceite natural favorito.